Buenas tardes desde Pamplona Javier. Buenos días para ti en Chile. ¿Cómo sigue tu aventura americana? ¿Has conquistado ya algo por allí? Mira a ver y ten cuidado que ya te dijo la Maritrini que no quería ni oír hablar de que te trajeras ninguna novia para Oteiza. Pues eso, mucho ojo.
Por aquí, como siempre cuando entra junio, ya ha empezado a entrar el calorete. Y aprieta de verdad. El campo ya ha dejado atrás el verde-verde y tira más hacia un verde-marrón que en una semana se va a convertir en marrón-naranja. Lo de siempre. Oye, ¿cómo es eso de que el calor venga del norte y el frío del sur? Raroraroraro ¿no?
Tus amigos siguen bien. El pasado sábado se tajaron en la fiesta de Valdizarbe que tuvo lugar en Cirauqui. Yo estuve comentando la jugada en Los Arcos, que eran fiestas. Muchos recuerdos de parte de Txipo y compañía, que no sabían nada de tu marcha. Estuvimos echando unas risas a costa de ti y del Gómez.
Tras el sábado llegó el domingo. Y este domingo no era uno cualquiera. Era el del todo o nada para Osasuna. Imagínate qué presión había en la redacción del periódico. Más vale que nuestros dirigentes, que no nuestros aficionados, tienen buena química con el Real Madrid. A mí, personalmente, el gol de Plasil me olió a chamusquina. A un portero como Casillas no le meten goles así si no quiere. Bueno, al final nos quedamos un añito más en Primera y todos tan felices. Tú también, supongo, aunque hubiéramos preferido que descendiera Osasuna y se mantuviera nuestro Idoya. ¿Qué le vas a hacer? El fútbol es tan bonito como injusto. O precisamente la belleza en este deporte va unida a su imprevisibilidad y consiguiente injusticia. La verdad, no lo sé. Lo único que tengo claro es que me encanta verlo y practicarlo.
Te acuerdas aquello que te comenté del Marca y la prueba aquella. Pues bien, al final me cogieron para ir de fotógrafo a El Mundo a Madrid. Pero pensándolo bien. ¿Dónde voy a estar mejor que aquí? Hubiera sido una experiencia, eso no lo niega nadie, pero creo que hay que mirar un poco más a largo plazo. En el Diario estoy como en casa, conozco a la gente y la gente me conoce a mí. Sé dónde me muevo y lo qué puedo aportar. Y eso vale, como diría Patxi Alonso el de La Sexta, un potosí. Así que al final he optado por quedarme aquí y renunciar a lo de Madrid. Siempre tendré la duda de qué hubiera sido mejor. Pero la decisión ha sido mía, así que no tengo de quién quejarme.
A vueltas con el tema académico-profesional, ayer se acabaron por siempre jamás las clases como universitario. Pena penita pena. Qué le vas a hacer, la vida tiene sus fases, como dice el flipi del Canto del Loco. Y esta va tocando campana. La verdad, al final uno le coge cariño hasta al Opus, siempre y cuando el Opus sean toda la gente de puta madre que se me ha cruzado por delante en estos últimos cuatro años. Algunos quedarán para siempre.
Y mañana, presentamos los proyectos fin de carrera. Yo he estado metido en una revista para niños que se llama Imagina, y que es la primera revista novelada para niños españoles de la historia. Ahí queda eso. Toda una experiencia que mañana también toca corneta. Ya me dirás qué te parece.
En fin Javi, seguimos en contacto. Un abrazo mío y otro de toda la peña.
PD: Le das las gracias a tu hermana por el cumplido. Y disfruta de Chile que, como ves en la foto, es precioso.
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