martes, 4 de octubre de 2011

La carta de mi amigo Daniel

Hola carnal. ¿Cómo estás? Disculpa la tardanza de siempre para contestarte los correos, pero ya sabes que la computadora me da mucha flojera, a veces pienso que si hubiera nacido en otra época me adaptaría mejor, bueno la neta la tecnología tiene muchas ventajas, pero soy remamón. La casa piña ha tenido algunos cambios, León ya sólo viene los fines de semana, al igual que Adrián. Ya casi no veo a ninguno de los dos. Los extraño.

Las cosas cambian en un abrir y cerrar de ojos, es muy probable que sea mi último semestre en casa piña, he comenzado con varios camaradas, que quizá conociste, una revista que se llama "El Garambullo", es de divulgación científico-cultural y periodismo social, mi idea es que saliendo de la escuela pueda trabajar en la revista de lleno, y de aquí a un año pueda vivir modestamente de ella. Es difícil, pero le estamos echando ganas y pues espero que ya después colabores en ella, con fotos o con lo que tú quieras.

¿Qué has hecho? El Venegas y León me dicen que luego les publicas cosas en el feisbuck, que unas fotos bien perronas en las que sales cotorreando con unas morras bien chulas, me da gusto que te la estés pasando bien, que cotorrees harto y por todas partes. Acá en León,un día vino el Kukul a la casa, ¿te acuerdas de él?, y me preguntó por ti, que qué onda, le dije que ya te habías regresado a tu tierra, que estabas chido. Platícame tus aventuras, yo sigo igual que siempre, estoy pisteándole bien machín, me he puesto unas pedas con el Patlán, que por cierto te manda saludos, bueno toda la banda te manda saludos.


En semanas pasadas fuimos Nuria, Patlán, León, Adrián y yo a ver al Gran Silencio a Guadalajara, hubieras visto el desmadre que arman, pinche pachanga chingona que se armó. ¿Tú conoces un grupo que se llamaba Mano Negra?, también tocaban bien perrón, tienen una rola que se llama Mala Vida, tú me estás dando mala vida, ya pronto me voy a escapar, gitana mía por lo menos date cuenta tú no me dejas ni respirar, cada día se la traga mi corazón. Esa frase está bien perrona.

Los días pasan imperceptiblemente, el tiempo es un río que nos desborda sin darnos cuenta, cuando recuerdo ya pasaron meses desde la última vez que me escribiste, y las cosas importantes de diario se pierden en este profundo río, hecho con piedras de olvido. Me despido y ya no tardaré tanto en escribirte, te lo prometo.

Cuidate mucho padrino lejano, y ya sabes que por este lado del mundo tienes tu casa y a tu carnal.

Daniel Arriaga G.



2 comentarios:

  1. sí, jaja, me gusta. Aunque a veces cuesta entenderles a estos sudaméricanos cuando les da por hablar en su idoma a todo trapo

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  2. Me ha encantado, no sé por qué. En cierto sentido me siento como un fisgón. Pero enhorabuena por tu carnal y mándale recuerdos.

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