martes, 19 de mayo de 2009

Valijas repletas de alegrías y tristezas


P UNTO UNO: La liga es la competición más justa que existe y cada equipo acaba donde merece. Obvio. Punto dos: Pero en el fútbol también intervienen otros factores, como la mala suerte. Y eso a veces se paga con una pérdida de categoría. Partidos que se escapan en el último momento, o ese gol que no llega a pesar del empuje de los jugadores. Esto nos lleva al punto tres: los puntos marcan la justicia de la clasificación pero a veces no son la realidad de los vivido tantas tardes en el terreno.

Y más cuando el quedarse o marcharse depende de una carambola que se juega en otro campo de fútbol. Aunque también es verdad que otros han logrado no depender de nadie. Y lo primero es felicitar al Izarra, campeón por méritos propios y, por ende, mejor equipo de la categoría. Ojalá este sea definitivamente su año y consiga plantarse otra vez en 2ª B. Se lo merecen tras una campaña excepcional que rubricó con un triunfo sin fisuras (6-1) frente al Egüés.

Por orden de méritos toca seguir con la Peña Azagresa. Felicidades a todo el grupo humano comandado por Luis Erro, que ha conseguido mantenerse en la categoría en su debut. Tarea nada sencilla la que han sabido sacar adelante los de Azagra, que disfrutarán al menos un año más del placer de jugar en división nacional y enfrentarse a conjuntos de campanillas y solera. Enhorabuena.

Continuamos por el River Ega. El equipo de Arévalo cumplió el objetivo mediada la temporada y desde entonces se ha dedicado a disfrutar. Su último encuentro contra la Peña Azagresa les dio la oportunidad de ver cómo se salvaban en su feudo los vecinos de Azagra.

Y terminar con el Idoya, que vuelve a Preferente tras fallar ante el Ardoi. Lo mejor, su afición, que supo estar una vez más ahí y acabó llorando con sus jugadores sobre el terreno de juego de Zizur ante la crueldad de la competición.

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