domingo, 24 de abril de 2011

Locos por el clásico


Pumas, Chivas, América, Pachuca… Por las calles de México D.F. desfilan a diario cientos de camisetas con los colores de los principales clubes locales. La diversidad de equipos punteros unida a que la capital del país acoge a ciudadanos animosos de pregonar sus preferencias llegados de todas los lugares de la República desemboca en un colorida estampa en la que el blanquirrojo de los ‘chivas’ de Guadalajara y el amarillo y azul de los pupilos del América prevalecen sobre el resto.


Pero en México D.F. las elásticas que más abundan no son las del Chivas, ni las del América, aquí lo que realmente triunfa son las imitaciones de nuestros equipos. La blaugrana con el 10 y el nombre de Messi a la espalda sale prácticamente de cada esquina, y no hablemos del 7 blanco de Ronaldo. El fútbol en México es el deporte más seguido y el aficionado es abundante y entendido, de ahí que sepa observar la calidad de los equipos españoles y considere el fútbol peninsular ostensiblemente superior al local.


Esto, unido al relativo bajo coste de la televisión por cable, que ofrece un seguimiento muy completo de la liga y la copa españolas, así como de la champions; y a la continua información de la competición europea revelada por parte de casi todos los periódicos que se venden en la ciudad, hace que los seguidores se encuentren al corriente del devenir de la temporada y muestren total interés por los duelos entre Madrid y Barça que se suceden durante estas fechas.


La noticia de los cuatro clásicos saltó en España a la misma hora que en México. Desde entonces está presente en los corrillos de los aficionados y nadie quiere perderse ninguno de los partidos. Locales de reunión, bares, restaurantes y centros comerciales anuncian las retransmisiones mientras en la calle, siempre atenta, aparecen más camisetas a la venta de lo habitual. En México, como en España, los partidos del siglo son los que enfrentan a merengues y culés. Los Madrid Barcelona, te dicen, se han seguido aquí siempre con todo el interés, más que la competición local. Y el mexicano, si cabe, es más socarrón que el español a la hora de celebrar el triunfo ante el rival. Esperemos que, al igual que en la península, el agua no llegue al río y todos animemos a nuestro equipo disfrutando del clásico y del buen fútbol.


*Gerard celebra un gol en Madrid.


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