Ya venía viendo que esta boda, la primera dentro de la peña, me la perdía sí o sí. El sábado me levanté pensando: "Que agusto se lo tienen que estar pasando estos pájaros. No me importaría retornar por unas horas a mi Oteiza y vivir con ellos este día tan bonito". Ya el domingo y luego lunes y martes he podido ir checando por las redes sociales las fotos de la boda, además de comentar con algún amigo mediante chat o videoconferencia por Skype la jugada.
Lo que sabía. Una jornada estupenda. Muy buen rollo. El momento ideal para juntarte, contar cómo va todo, brindar por un matrimonio que arranca y echar unas risas y una buena comida con los amigos de toda la vida. Sé que lo disfrutaron. Me alegro por ellos. Sólo queda desearles lo mejor a Adrián y a Laura. El próximo, en el verano del año que viene, ya lo ha anunciado. Miguel Ángel, espero no perderme la segunda... porque también promete.
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