viernes, 7 de agosto de 2009

José de Astería, santo y seña

Se llama José, y se apellida Torrecilla, pero en este mundillo del periodismo todo el mundo le conoce como José de Astería. Este viejo zorro trabaja desde qué se yo cuando en la edición de Estella del Diario de Navarra, y eso que no ha hecho ninguna carrera que lo forme para ello. Ni falta que le hace.

Lo suple con una pasión y una entrega digna de un quinceañero,pese a que suma ya setenta y todos, edad más que suficiente para decir: "Señores, hasta aquí llegó la riada. Me voy para mi casa". Pero don José no es de esos. Nunca ha sido de los que se borran. Y no me cabe ninguna duda de que aguantará ahí dando el callo hasta que no le queden fuerzas. Y esperemos que eso suceda dentro de mucho, mucho tiempo. Todos lo agradeceremos. Desde los que nos lo pasamos pipa leyendo sus crónicas, hasta sus compañeras de Estella o el tío Luisgui, a quien tantas y tantas carrericas de escuelas, cadetes y juveniles le ha cubierto para Deportes por toda la Merindad.

Porque él y su 205 de cuatro velocidades están sólo un poco mayores. Nunca viejos. Y tienen cuerda para rato. Todavía les quedan muchos kilómetros y muchos pueblos de Tierra Estella por recorrer. Mil historias por narrar. Porque don José es de los que disfrutan con esto. Le encanta irse a Viana por fiestas y compartir una sangrecilla con los de la peña Los Navarros, que le quieren y respetan. Lo mismo que los que izan el mazo en Larraona. Porque saben que don José llegará con una sonrisa en la boca a sus pueblos para que ellos salgan el día siguiente en el diario.

Acabo de regresar de pasar una semana contando las fiestas de Estella, y allí me he reencontrado con él. Incansable y encantador como siempre. No cambies nunca José. Por favor. Para nosotros, siempre serás santo y seña. Un ejemplo.

Foto, que digo foto: fotazo, de Montxo A.G.

6 comentarios:

  1. Tú lo has dicho: que cumpla muchos más.

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  2. A todos los estudiantes de Periodismo les vendría más que bien pasar unas horas con nuestro José, ver cómo trabaja, la ilusión que pone, la delicadez y educación con la que trata a la gente... eso no se enseña en ninguna Facultad, se tiene. Y a don José, que nos lo guarden muchos años, le sobra para dar y regalar,

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  3. Poco más que contar a lo que dice Felons. Aquí, a mi diestra, se sienta José, el que cada día, cuando exploto y grito, me calma con la que ya va camino de convertirse en célebre frase: "Munárrizzzzzzz, que te queda mucha miliiii" y acabamos los dos a carcajada limpia. Anécdotas, miles. Pero presencia una, la suya. Insustituible. El mejor becario (que dice nuestra Yoana) con diferencia

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  4. No he encontrado otro medio de dirigirme a ti y por eso lo hago en este medio:

    Mi comentario es referente a la noticia publicada por Diario de Navarra en la última página del día 8 de agosto de 2009 bajo el título “Sorogain, camino de integración”

    Todos los vecinos de Espinal sentimos un escalofrío cuando leímos el titular en el que catalogaste a Sara y Daniel Villanueva como “los hermanos con discapacidad intelectual…”

    Todos los que les conocemos sabemos que intelectualmente “son justos”. A ello se le suma una enfermedad física degenerativa que atrofia sus articulaciones y hace resaltar aún más sus deficiencias. Pero también les ennoblece su incansable instinto de superación. Efectivamente, llevaron un supermercado hasta que sus deficiencias físicas se lo permitieron. Posteriormente repartieron el correo hasta que les costaba gran esfuerzo subir y bajar del coche y lo dejaron. Por todo ello, son personas queridas y apreciadas por su pueblo. Por eso quiero que te quede patente el dolor que nos ha producido al hacer hincapié por dos veces en su “discapacidad intelectual “.
    Te hubiera bastado con hacer referencia a “los hermanos Sara y Daniel, trabajadores de Aspace…” Hubiera sido más ético.

    Hay cosas que aunque sean ciertas, no nos da derecho a publicarlas. Esto es de primer parcial del primer año de Ética.
    Deberías saber que hay datos referentes a las personas que a nadie nos gusta que sean de dominio público, por muy ciertas que sean.
    ¿Te gustaría que se publicara tu coeficiente intelectual para que te catalogaran en base a él? ¡ a que no¡

    ¿Cuando hablaste con Sara y Daniel, realmente notaste su discapacidad intelectual?
    ¿Llegaste a pensar que había un abismo entre tu coeficiente intelectual y el de ellos?
    Sinceramente, creo que no hay tanto, tal vez os separa un 0.20, no mas. ¿Y eso que es?

    Piensa por un momento en las personas de tu entorno: a que muchas veces les has oído quejarse de su falta de memoria….verdad que sí, con toda naturalidad. Pero a que nunca les has oído quejarse de su falta de inteligencia.
    ¿Vas cogiendo la diferencia?
    ¿Te vas dando cuenta del dolor que hemos sentido?

    Un saludo.
    Un vecino de Espinal.

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  5. Otzantzurieta, creo que tienes razón, en el fondo y en la forma. Pero quiero que sepas que en ningún momento quise minusvalorar a esos dos hermanos. Más bien todo lo contrario. Me pareció una gente increíble. Pero has de comprender que si se hace ese reportaje es precisamente porque se trata de discapacitados intelectuales, por muy leve que sea esa discapacidad. Y eso hay que contarlo. En esto del periodismo hay que decir las cosas como son, porque lo contrario es mentir al lector. Yo hablé con ellos largo rato y me parecieron una gente súper normal.
    El fondo y la intención del reportaje era loar la actitud y la superación de esos dos hermanos, que sean capaces de llevar adelante un puesto de información turística con la solvencia y la categoría que lo hacen. En ningún momento quise menospreciarlos, aunque sin querer lo haya podido hacer apuntando que son discapacitados intelectuales. En ese caso, mil perdones.
    Desde aquí me gustaría decirte que hagas llegar a cuantas personas de Espinal puedas esta explicación. Y especialmente a ellos. Espero que comprendas que a veces hay que decir las cosas aunque no sean agradables. No hay nada malo en tener una discapacidad intelectual, pero si se tiene y se hace un reportaje precisamente por eso, estamos en la obigación de decirlo. Sé que no es fácil pero las cosas son como son, y por no nombrarlas no dejan de existir.
    Pero, de verdad, no existió ningún tipo de mala intención, ni mucho menos. Un saludo y perdón otra vez.

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  6. Javier, gracias por contestar, es un gesto que te honra. Haré llegar tus explicaciones a las personas de Espinal que se sintieron ofendidas.
    Un saludo
    Ortzantzurieta.

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